"Música y Tradición desatendida y añorada".
Reflexión y añoranza
a nuestras tradiciones transmitidas de generación en generación por nuestros
antepasados, nos está pasando factura no seamos veletas de campanarios, ya que
llevamos todos los números y reintegros, somos en parte culpables todos y más
los que representamos nuestras tradiciones y ganamos calderilla, aireando,
predicando y haciendo cultura de nuestra tierra valenciana, a favor de tener el
bolsillo lleno gracias a ello.
¿Donde está el
orgullo de ser hijos de nuestros antepasados y defensores de nuestras raíces
como pueblo?
¿Donde está el esfuerzo por mejorar y conservar para presente y futuro
nuestra herencia cultural y tradicional?, recibidas de generación en
generación.
¿Donde está que nunca
esta a nuestra vista esa barraca valenciana?, para poder enseñarla a nuestros
nietos, como a forasteros que vienen a quedarse y convivir entre nosotros y a
veces ser hijos predilectos y adoptivos de este Reino de Valencia de nuestro
rey Jaime I- País Valenciano y ahora Comunidad Valenciana.
Donde están esas
jotas- ribereñas y bailes de plaza, estructuradas en tres partes que no se
representan ni se oyen por ningún lugar ni en fiestas locales ni patronales
como el baile de plaza de Quart de Les Valls, El baile de plaza de Faura y esas
animadas tardes de vaquillas animadas por los toques de nuestras dulzainas con
nuestros ritmos vivos y autóctonos de nuestros tabales acompañando, las
mazurcas, polcas y preciosas habaneras de ese repertorio tradicional de todos
nuestros pueblos valencianos.
A este paso en la
próxima generación, nuestros artistas, cantadores y dulzaineros, solo tendrán
en su repertorio ritmos importados y marchas americanas y ojala soplaran con
dulzainas con llaves y en los conservatorios dieran clases obligadas de música
tradicional de donde vecinos somos. Por ahora la heredad de nuestros
antepasados ya la estamos añorando, y estos novicios solo nos llenan el
ambiente de nuestra cultura músico vocal de, pasodobles y marchas moras a fin
de que no sean ni dulzainas ni bandurrias las que nos representen, nuestras
prosodias de toda la vida.
La cultura valenciana
esta confiada en cada legislatura, a la nobleza y poder de nuestros concejales
de cultura de cada pueblo y aldea de esta tierra valenciana, ellos son el
bastón de mando , patriarcas e inspectores, de ellos depende que se haga
cultura valenciana y se represente en su pueblo su historia y su cultura, que
los de fuera si no se integran no te van a arreglar tú casa a fin de que no
caiga en saco roto hay que ser más sólidos en nuestras convicciones y no
desintegrarse por integrarse en una cultura globalizada, es corriente la frase
che este año haremos un Día de sevillanas, pues si hacemos un Día de
valencianas del u él dos o ribereñas la mitad del pueblo y los forasteros que
han llegado, ni las bailan ni las cantan .
Ha de hacer nit
d´albaes la podríamos hacer en castellano, para que las entiendan los
forasteros.
Ha lo del
Ball de plaça de Faura haremos una danza el Día la fiesta así la bailamos
todos. Ha este año como estamos hermanados con los gallegos cambiamos los
dulzaineros por gallegos para airear nuestra música.
Nada más por todo
esto yo tengo que protestar y protesto de todos aquellos que no protestan de
todo lo que nos está pasando a la cultura tradicional valenciana y deseo de
todo corazón que no nos enjaulen en una jaula para el zoo, ni vedrina de museo,
ni nos declaren especie en extinción. Viva mi tierra aunque sea localista para
desear la tierra donde descarsar mis huesos y arriba nuestra cultura y que en
años venideros no tengamos que hacer una anti fada. Atentamente buenos días y
que no nos atropellen nuestras raíces y nuestra cultura.
Guillermo Camarelles Diana.